jueves, 31 de mayo de 2012

24 de Mayo Batalla de Pichincha


                                                   


                                              24 DE MAYO BATALLA DE PICHINCHA



             

                                                        

La batalla de Pichincha ocurrió el 24 de mayo de 1822 en las faldas del volcán Pichincha, a más de 3.000 metros sobre el nivel del mar, cerca de la ciudad de Quito en el Ecuador actual.
El encuentro, que ocurrió en el contexto de las Guerras de Independencia Hispanoamericana, enfrentó al ejército independentista bajo el mando del general venezolano Antonio José de Sucre y al ejército realista comandado por el general Aymerich. La derrota de las fuerzas españolas condujo a la liberación de Quito y aseguró la independencia de las provincias que pertenecían a la Real Audiencia de Quito, también conocida como la Presidencia de Quito, la jurisdicción administrativa colonial española de la que finalmente emergió la República del Ecuador.




                                    Antecedentes

 

 

Podría afirmarse que la campaña militar por la independencia de la Presidencia de Quito se inició el 9 de octubre de 1820, cuando la ciudad costanera de Guayaquil proclamó su independencia de España después de una rápida y casi incruenta revuelta contra la guarnición local. Los líderes de la revuelta, una combinación de oficiales peruanos y venezolanos del Ejército colonial junto con intelectuales locales y patriotas, formaron un consejo de gobierno y un ejército con el propósito de defender la ciudad y extender el movimiento independentista a otras provincias de la Presidencia. Para entonces, el curso de las guerras de independencia en América del Sur había cambiado en contra de España; la victoria de Simón Bolívar en la Batalla de Boyacá selló la independencia del Virreinato de Nueva Granada, mientras que en el Sur José de San Martín, tras haber desembarcado con su ejército en la costa peruana en septiembre de 1820, preparaba la campaña para la independencia del Virreinato del Perú.

                               Primeras campañas en la Real Audiencia de Quito

 

 

La primera campaña se llevó a cabo en 1820 en la independencia de Guayaquil. El gobierno independiente de Guayaquil formó un ejército de hombres locales, de tal vez 1.800 soldados, y en noviembre lo envió hacia la región sierra, con el propósito de sumar adeptos a la causa independentista. Tras algunos éxitos iniciales, como la declaración de independencia de Cuenca el 3 de noviembre de 1820, los independentistas sufrieron una grave derrota ante el ejército realista en la Batalla de Huachi, cerca de Ambato, que los obligó regresar a las regiones costaneras.
En febrero de 1821 Guayaquil ya había recibido refuerzos, armas y provisiones de parte de Bolívar, quien para entonces era Presidente de la República de Colombia, coadyuvado desde Santafé por el Vicepresidente Francisco de Paula Santander. En mayo del mismo año, el general de brigada Antonio José de Sucre, Comandante en jefe de la División Sur del ejército colombiano y el subordinado de mayor confianza de Bolívar, arribó a Guayaquil. El debía asumir la dirección del ejército Patriota, y empezar las operaciones con miras a la liberación de la ciudad de Quito y todo el territorio de la Real Audiencia de Quito. El objetivo político de Bolívar era incorporar todas las provincias de la Real Audiencia, incluyendo Guayaquil, a Colombia. Guayaquil, por su parte, no había decidido si incorporarse a Perú o Colombia, y muchos de sus ciudadanos querían establecer su propia República. El avance de Sucre a través de los Andes empezó en julio de 1821. Al igual que en la primera campaña, tras tener algunos éxitos iniciales, Sucre fue vencido por el ejército Realista el 12 de septiembre, coincidentemente en el mismo lugar donde ocurrió la anterior Batalla de Huachi. Esta segunda campaña terminó con un armisticio entre los independentistas y los realistas el 19 de noviembre de 1821.


                                  Desarrollo de la batalla

El uniforme de los granaderos , actualmente guardia de  honor del palacio presidencial de Quito.
Cuando amaneció, sin que Sucre lo supiera, los centinelas posicionados cerca de Quito avistaron a las tropas patriotas ascendiendo por las laderas del Pichincha. Aymerich, entonces consciente de la intención de Sucre de flanquearlo por medio del ascenso al volcán, ordenó a su ejército de 1.894 hombres ascender la montaña lo más pronto posible, para enfrentar ahí a Sucre. Al haberse encontrado en un campo de batalla tan improbable, los dos comandantes no tuvieron otra opción más que enviar gradualmente sus tropas a la batalla. Existía poco espacio para maniobrar en las empinadas laderas del Pichincha, entre profundos barrancos y densos matorrales.
Los hombres del Paya, tras recuperarse de la conmoción inicial, se reposicionaron bajo el fuego enemigo, esperando la llegada del batallón Trujillo. El sobresaltado Sucre, sólo esperando que los españoles estén más cansados que sus propias tropas, envió al batallón Yaguachi, conformado por ecuatorianos. El batallón Alto Magdalena trató de hacer un movimiento de flanqueo, pero sin éxito, pues el terreno no se lo permitió. Pronto, los batallones Paya, Trujillo y Yaguachi (batallones patriotas), sufriendo muchas bajas y con pocas municiones, comenzaron a replegarse.
Para entonces el destino de la batalla para los Patriotas parecía depender del Albión, que transportaba las municiones tan necesitadas; y sin embargo se desconocía su paradero. A medida que el tiempo pasaba, los Realistas parecían ganar el control de la batalla. El Trujillo fue obligado a retroceder, mientras que el batallón peruano Piura se dispersó antes de enfrentar al enemigo. En medio de la desesperación, a los hombres de reserva del batallón Paya se les ordenó cargar contra el enemigo con sus bayonetas. Ambos bandos sufrieron grandes bajas, pero la situación más o menos se estabilizó para los Patriotas. A pesar de esto, Aymerich, como parte de su estrategia, durante el ascenso al Pichincha separó de su fuerza principal al batallón Aragón, ordenándole avanzar hasta la cúspide del volcán, para así luego atacar a los Patriotas por la retaguarda, rompiendo sus líneas en el momento indicado.18 El Aragón era el mejor batallón del ejército realista; estaba conformado por veteranos españoles que habían actuado tanto en Guerra de la Independencia Española como en otras batallas en América del Sur, y en ese momento se hallaba sobre los Patriotas y listo para atacar.
Afortunadamente para los Patriotas, cuando el Aragón estaba por cargar sobre la alicaída línea Patriota, fue detenido en seco por el Albión, que entró inesperadamente en la batalla. Resulta que el Albión consiguió avanzar a una posición más alta que la de los españoles. Pronto, el Magdalena se unió a la batalla, y el Aragón tras sufrir fuertes bajas, se desintegró. Entonces el Magdalena avanzó hasta la línea Patriota para reemplazar al Paya, y cargó contra la línea Realista, que terminó por romperse.19

                                     La Capitulación de Pichincha

 

 

 

A las doce del día bajo un sol resplandeciente, los soldados de la libertad en la cima del Pichincha a más de 3000 metros de altura dieron el grito de victoria. La victoria fue de Sucre, la cual fue completada con la capitulación que el jefe patriota concedió al Mariscal Aymerich el 25 de mayo del mismo año. Con las operaciones cuyas acciones finales se produjeron en las faldas del Pichincha y en la ciudad de Quito, Sucre decidió a su favor la vacilante y delicada situación de Guayaquil; dio libertad al territorio que conforma hoy la República de Ecuador, y facilitó su incorporación a la Gran Colombia. El 18 de junio de ese año, Bolivar le asciende a general de división y lo nombra intendente del departamento de Quito. Al frente de los destinos de Ecuador desarrolla una positiva obra de progreso: funda la Corte de Justicia de Cuenca y en Quito el primer periódico republicano de la época: El Monitor. Instala en esa ciudad la Sociedad Económica. De su actividad personal es buena prueba que, el 6 de septiembre de 1822 expidió y firmó en Quito 52 comunicaciones. Interesado por la educación se puede afirmar que halló en Cuenca 7 escuelas y dejó 20.

                                Resultado

 

 

 

 

 A pesar de que en el contexto de las Guerras de Independencia de Hispanoamérica la batalla de Pichincha figura como un conflicto menor, tanto en términos de su duración como del número de combatientes, sus consecuencias fueron bastante significativas. El 25 de mayo de 1822 Sucre entró con su ejército en la ciudad de Quito, donde aceptó la rendición de todas las tropas españolas establecidas en el territorio que el gobierno de Colombia llamaba "Departamento de Quito", al considerarlo como parte integral de la República de Colombia desde su creación el 17 de diciembre de 1819. Asimismo, cuando Sucre recapturó Cuenca el 21 de febrero, obtuvo de su Consejo local un decreto en el cual se proclamaba la integración de su ciudad y provincia a la República de Colombia. Entonces, con la rendición de Quito, que a su vez puso fin a la resistencia Realista en la provincia norteña de Pasto, Bolívar pudo entrar en la ciudad, como finalmente lo hizo el 16 de junio de 1822. Entre el entusiasmo general de la población, la antigua Provincia de Quito fue incorporada a la República de Colombia. Por su parte Guayaquil, que aún no decidía su futuro, con la presencia tanto de Bolívar como del victorioso ejército Grancolombiano en su territorio, proclamó la incorporación de Guayaquil a la Gran Colombia el 13 de julio de 1822.20

jueves, 17 de mayo de 2012

COSTUMBRES Y TRADICIONES DE LAS ETNIAS DEL ORIENTE ECUATORIANO


           SIONAS Y SECOYAS

  • Los Sionas están ubicados contemporáneamente en el sector central y alto del Aguarico, entre los ríos Eno y Shushufindi. Los Secoyas han ocupado el área meridional del río Cuyabeno, siendo su denominación aquella del río del río Secoya, tributario del Napo.Ubicación
  • 3. El territorio ocupado actualmente por los Sionas - Secoyas cubre aproximadamente 80.000 Km. 2 de foresta amazónica en las cuencas de los ríos Aguarico, Napo, Putumayo y Cuyabeno, con una altitud promedio de 300 m.s.n.m.Extensión
  • 4. Entre 350 y 400 habitantes aproximadamente. La ocupación es dispersa. La población está asentada en las comunidades de Puerto Bolívar, Bi’aña y Orahuëaya’. La población Siona original fue diezmada por enfermedades introducidas por agentes foráneos y por la explotación del caucho en la cual fueron involucrados directamente. Población
  • 5. Siona, Secoya (Pai Coca).FAMILIA LINGUISTICA: Tucano OccidentalIdioma
  • 6. Organización SocialCon la alianza de los pueblos Siona y Secoya se conformó la Organización de la Nacionalidad Indígena Siona-Secoya del Ecuador, ONISSE. Últimamente las organizaciones se separaron y los Siona conformaron la Organización de la Nacionalidad Indígena Siona del Ecuador, ONISE, que agrupa a toda población y es miembro de la CONFENIAE y de la CONAIE. La cohesión social y política es muy débil en el presente debido a una tendencia a la dispersión poblacional, como resultado de la presión territorial ejercida por las petroleras y la colonización.
  • 7. Las principales actividades económicas y de subsistencia de los Siona-Secoya son la horticultura itinerante de roza y quema que constituye su principal actividad productiva, la caza, pesca y recolección de frutos que cada día se ve disminuida por lo limitado del territorio legalizado.Economía
  • 8. Vestimenta Siona
  • 9. Vestimenta Secoya
  • 10. Características generalesConocidos alguna vez como los encabellados, y luego como los piojes, los Sionas y Secoyas fueron tremendamente afectados por la explotación del caucho. Su organización tradicional es la familia extendida la cual está dentro de un patriarcado, con un jefe o yagé unkuki, el cual preside la comunidad. Como losdCofanes los Sionas y Secoyas han sido seriamente afectados en términos socio-económicos debido a la destrucción de su selva húmeda así como por los efectos de la colonización.
  • 11. Siona y Secoya son dos étnias o grupos identitariamente diferenciados que comparten varias similitudes; son grupos culturales del bosque tropical en su tierra firme; pertenecen a la misma familia lingüística tukano occidental y finalmente han ocupado territorios en el sector septentrional de la amazonía ecuatoriana.
  • 12. Una diferencia geográfica entre los Sionas y Secoyas es en el interior de los Sionas. Los que habitan en el Aguarico se autodenominan "gente de arriba" o SaNiwubai mientras que los que pueblan el Putumayo se identifican como "gente de río de caña o gatiuya".La denominación conjunta de los dos grupos étnicos Siona Secoya se debe a que por un fenómeno de migración; específicamente del grupo Secoya que se desplazó del río Santa María hacia Cuyabeno; causando por violencia física de colonos, lo que produjo una agrupación reforzada por los enlaces
  • 13. EntornoEl medioambiente variado y rico del territorio Siona - Secoya ha sido objeto del interés de otros grupos no nativos, siendo la existencia de plantas medicinales, caucho y finalmente el petróleo los objetivos de extraños y el escenario de violencia sistemática. Esta situación de abuso interétnico se hace evidente cuando recordamos el boom del caucho, explotación que requirió del trabajo compulsivo obtenido de los nativos por parte de hacendados.
  • 14. Artesanías: Las mujeres sionas, secoyas y cofanes transforman las semillas multicolores que encuentran en el bosque en vistosos collares y pulseras que se unen con hilos de chambira, una planta del bosque. Para añadirle más color a sus creaciones usan alas de escarabajos verdes fosforescentes y pequeñas piedras encontradas en los ríos. Las ofertas de artesanías incluyen las lanzas y cuchillos negros hechos con chonta.• Las Armas: Uno de los objetos más comprados por el turista, como recuerdo son las bodoqueras o cerbatanas con dardos y el recipiente de curare o veneno.• Los Tejidos: El material más usado para los tejidos es la chambira. Esta es una fibra que se obtiene de la palma del bosque. Los bolsos son los artículos más elaborados por las mujeres.• Dónde Comprar: En todas las comunidades de sionas y cofanes las mujeres ofrecen sus artesanías a los turistas. Dureno, es uno de los lugares preferidos por los turistas para adquirirlas.Atractivos
  • 15. Los sionas, al igual que cofanes y secoyas, fueron objeto de maltrato y explotación tanto en la época cauchera como en la petrolera. Su proceso de sedentarización ha tenido que ver también con la evangelización. La gran casa familiar era la característica principal del proceso de conformación de la comunidad, pero, en el presente, se ha dado paso a la construcción de viviendas que albergan a la familia nuclear. Los sionas tienen una huerta pequeña cerca de la casa y otra grande, ubicada en un lugar lejano, constituyéndose este en su principal fuente de alimentos. Mantienen también sus actividades de caza y pesca. Están incursionando en el turismo.Historia de la Comunidad Siona
  • 16. De acuerdo al relato de uno de los miembros de la comunidad, los secoyas llegaron juntos y se mantuvieron así durante un tiempo pero a partir de 1974, la etnia se dividió en comunidades. Se repartieron en primer lugar la tierra no pantanosa que facilitara el traslado de enfermos a algún poblado cercano.El trabajo de misioneros por evangelizar al grupo secoya, no tuvo mayores resultados. Por tanto la historia registra como inexistente la influencia misionera en esta etnia. En las décadas de los años 60 y 70, los misioneros del ILV incidieron en la conformación de centros poblados. Para facilitar el proceso evangelizador, en 1973 el misionero Jhonson , del ILV, apoyó en la búsqueda de terrenos y movilización Historia de la Comuni                                                       .
             Nacionalidad Kichwa


La nacionalidad Kichwa está constituida por varios pueblos basados en relaciones deparentesco, una tradición cultural compartida que desarrolla prácticas especiales pararelacionarse: fiestas, costumbres, vestido, intercambio, comercio, organización, etc.Los vestidos, la ubicación geográfica, organización y dialecto de cada pueblo hace quese identifiquen como pueblos diferentes dentro de la nacionalidad Kichwa.En los últimos años existe un despertar de la autoidenticación y reafirmación de cadapueblo con su identidad, historia, costumbres y ubicación geográfi                                                                         Nacionalidad Shuar



Shuar Chicham, según la clasificación estudiada por Karsten, pertenece a la Familia Lingüística Jivaroana, al igual que los idiomas de los Shiwiar y Achuar (Ecuador y Perú) y de los Awajún o Aguaruna (Perú).
La nacionalidad Shuar tiene presencia binacional; se encuentra en el Ecuador y Perú. En Perú, departamento Amazonas, provincia Condorcanqui, .distrito Río Santiago. departamento Loreto, provincia Alto Amazonas, distritos Barranca y Morona. 
En Ecuador el núcleo fundamental de su población se encuentra ubicado en las provincias de Morona Santiago, Pastaza y Zamora Chinchipe, existiendo otros asentamientos en Sucumbíos y Orellana en la Amazonia y, en la Región Litoral, en Guayas y Esmeraldas.

     Nacionalidad Kichwa de la Amazonía


La Nacionalidad Kichwa de la Amazonía comprende dos pueblos que comparten una misma tradición lingüística y cultural: el pueblo Napo-Kichwa y el pueblo Kichwa del Pastaza o Canelo-Kichwa. Idioma El idioma es el Runa Shimi o lengua de la gente; presenta diferencias dialectales, con características propias y diferentes del Kichwa serrano del cual es posiblemente originario.Entre las variedades dialectales más importantes se encuentran las siguientes: en Napo, el dialecto del Bobonaza que se habla a lo largo de los ríos Bobonaza y Puyo. El dialecto Tena, que se habla en Tena, Arajuno, Ahuano, que tiene mayor relación con el Kichwa serrano.El dialecto Limoncocha, hablado por quienes se asientan bajando los ríos Napo y Suno. Su segunda lengua es el castellano, empleado para la relación con la sociedad blanco-mestiza. En algunas comunidades, además, se habla también el Shuar, dada la interrelación que mantienen con esta nacionalidad. 
              Nacionalidad Shiwiar




Shiwiar Chicham. Las generaciones actuales son trilingües: Shiwiar Chicham, Kichwa y Español. El vocablo “Shiwiar” es multisemántico o tiene más de un significado. Por ejemplo: “Ii shiwiar” significa “nuestra familia”; “shiwiartikia” significa “nosotros como los shiwiar”; “eakmint shiwiar” significa “cazador” y denota una identificación cultural como “los conocedores de la selva” o “personas capaces”, o “aquellos que pueden valerse en la vida”.
Se ubican en el sureste de la provincia de Pastaza, cantón Pastaza, parroquia Río Corrientes. Los Shiwiar han sido los habitantes tradicionales de los territorios ubicados en la cuenca alta del Río Corrientes y la cuenca alta del Río Tigre.
El asentamiento tradicional Shiwiar tiene una extensión de 189 377 ha; están localizadas en Numi-Inindi, sector ubicado en Kambaentsa, actualmente conocido como el curso medio y alto del Río Corrientes y parte del curso medio y alto del Río Tigre. Sus asentamientos actuales se encuentran en las riberas de los ríos Corrientes, Shiona y Chuintza, desde las cabeceras hasta la línea limítrofe con el Perú, declarada en una extensión de 40 km “Franja de Seguridad Nacio                                                                                 Nacionalidad Achuar



Desde los años setenta, la mayoría de los centros Achuar de Morona Santiago eran afiliadas a la FICSHA (Federación Interprovincial de Centros Shuar y Achuar), hoy FICSH. Otros eran filiales a la AIPSE, hoy FIPSE.
En la provincia de Pastaza, así mismo unos centros eran filiales a FICSHA, otros a AIPSE, otros a AIEPRA (Asoc. de Indígenas Evangélicos de los Pueblos Indígenas de Pastaza) y algunos a la OPIP, Organización de Pueblos Indígenas de Pastaza. 
Como los Achuar no poseían su propia organización, se encontraban inmersos en aquellas nacionalidades ya mencionadas. No se entendían en la parte ética y moral, porque cada pueblo tiene sus principios y fines. Además, los líderes de estas organizaciones a veces aparecían ofreciéndoles proyectos u otros beneficios para el pueblo Achuar, pero resulta que todo eran palabras.

                                                  


     Nacionalidad Cofán



Los A'I al momento de la invasión española tentamos una población de 70.000 habitantes y ocupábamos el curso alto del río Aguarico. (Costales, 1983).
La acción de misioneros y exploradores en los primeros años de la Colonia nos indujo a grandes movilizaciones y reubicaciones con el fin de huir de la dominación y del contagio de enfermedades como la viruela, varicela, gripe, sarampión, etc. que fueron diezmando a nuestro pueblo.
A finales del siglo XIX, con la explotación del caucho, nuestra situación se volvió más crítica. Nuestras tierras fueron invadidas por caucheros que utilizando métodos inhumanos nos obligaron a trabajar para su beneficio.
Actualmente vivimos en tres comunidades: Dovino y Dureno situadas a orillas del no Aguarico y Sinangüe que se halla dentro del territorio que forma parte de la Reserva Cayambe-Coca, por lo que no nos han podido adjudicar legalmente la tierra, a pesar de estar asentados allí antes de la creación de la mencionada Reserva. En la actualidad somos alrededor de 400 personas que luchamos por sobrevivir de acuerdo con nuestra cultura y enfrentando un sinnúmero deproblemas.
     Nacionalidad Wao 




Habitamos desde tiempos inmemoriales la región Amazónica. Nuestro territorio tradicional se extendía a lo largo de aproximadamente 20.000 Km2 desde el río Napo al norte, hasta el río Curaray al sur.
Durante la época colonial nuestros contactos con los invasores españoles fueron muy esporádicos y se dieron especialmente con misioneros jesuitas. A finales del siglo XIX y principios del XX tomó auge la explotación del caucho, materia prima que "para nuestra desgracia" se encontraba en gran cantidad en nuestro territorio.
Los caucheros nos cazaron como bestias salvajes para obligamos a trabajar en la explotación del caucho o para ser vendidos en los mercados de Iquitos y Manaos. Durante este tiempo nuestra población disminuyó mucho debido a los malos tratos y enfermedades a las que estuvimos expuestos.
Ante esta situación nuestra única alternativa era defendemos, dar muerte a los caucheros y sus empleados antes de ser capturados y luego adentramos selva adentro en busca de refugio. Nuestra justa reacción dio pábulo a que ya se nos empiece a mirar como un pueblo de "salvajes", "indomables", y que se justificara la esclavitud y la muerte a las que estábamos sometidos.


           

viernes, 4 de mayo de 2012

FABULAS

                 El león y el ratón



 
Una vez, un león atrapó a un ratoncito. Lo tenía entre sus garras y abría la boca para comérselo cuando el ratoncito suplicó:
- Por favor, león, rey de los animales, señor de la selva, ¡no me comas! Apenas soy un bocadito. Si me dejas ir, algún día podré ayudarte.
El león lo miró asombrado y se echó a reír:
- ¿Ayudarme, una cosita tan débil y pequeña como tú? Me das tanta risa que, por esta vez, no te comeré.
Y lo dejó en libertad.
Pasó el tiempo. Un día, el león, rey de los animales y señor de la selva, cayó en una trampa que le habían tendido los hombres. Lo tapó una red muy gruesa y allí quedó atrapado, rugiendo de rabia.
El ratoncito escuchó sus rugidos y corrió hasta él. Entonces, con sus buenos dientes de ratón, empezó a roer la soga.
Mordisqueó, masticó y tironeó. Mordisqueó, masticó y tironeó hasta que la soga se rompió. ¡Y el león pudo salir por el boquete y librarse de la trampa!
Ese día, el señor de la selva, el rey de los animales, aprendió que todos, hasta los más débiles y pequeñitos, pueden ayudarnos.

            El pastorcito mentiroso

El pastorcito tenía muchas ovejas. Las llevaba al campo para que comieran pasto y las cuidaba por si aparecía el lobo.
Las ovejas comían y el pastor se aburría. Un día, para divertirse, se puso a gritar:
- ¡El lobo! ¡Socorro! ¡El lobo!
Los campesinos lo escucharon y, dejando sus trabajos, corrieron a espantar al lobo. Fueron con palos y palas, con horquillas y rastrillos.
- ¿Dónde está ese lobo? -preguntaron.
Entonces el pastorcito se echó a reír.
- Era un lobo de mentira -dijo-. ¡Era una broma!
Los campesinos, muy enojados, volvieron a sus campos.
Días después, el pastor volvió a gritar:
- ¡El lobo! ¡Socorro! ¡El lobo!
Cuando llegaron los campesinos, él les dijo, muerto de risa:
- ¡Era otra broma!
Pero un día, en el campo apareció… ¡el lobo! Un lobo negro que tenía muchas ganas de comer ovejas.
- ¡El lobo! -gritó el pastorcito-. De veras, ¡vino el lobo!
"Otro lobo de mentira", pensaron los campesinos. Y nadie fue a socorrerlo.
El lobo se comió las ovejas más gorditas. Las otras, escaparon de miedo y el pastor perdió todo su rebaño.
Había dicho tantas mentiras que, cuando dijo la verdad, nadie le creyó.
Al que acostumbra mentir, nadie le cree ni cuando dice la verdad.

             El zorro y la cigüeña

Un día, el zorro invitó a la cigüeña a comer un rico almuerzo. El zorrito tramposo sirvió la sopa en unos platos chatos, chatísimos, y de unos pocos lengüetazos terminó su comida.
A la cigüeña se le hacía agua el pico, pero como el plato era chato, chatísimo, y su pico era largo, largísimo, no consiguió tomar ni un traguito.
- ¿No le ha gustado el almuerzo, señora cigüeña? -le preguntó el zorro relamiéndose.
- Todo estuvo muy rico -dijo ella-. Ahora quiero invitarlo yo. Mañana lo espero a comer en mi casa.
Al día siguiente, la cigüeña sirvió la comida en unos botellones altos, de cuello muy estrecho. Tan estrecho que el zorro no pudo meter dentro ni la puntita del hocico.
La cigüeña, en cambio, metió en el botellón su pico largo, larguísimo, y comió hasta el último bocado. Después, mirando al zorro, que estaba muerto de hambre, le dijo riendo:
- Por lo visto, señor zorro, le ha gustado mi comida tanto como a mí me gustó la suya.
El zorro se fue sin chistar, con la cola entre las piernas.
Porque el tramposo no puede protestar cuando le devuelven su trampita.

  El gato y los ratones
 


Había una vez un gato muy cazador que no dejaba en paz a los ratones. Los ratones, del miedo, no salían de sus cuevas ni para ir a comprar queso a los ratones queseros.
Un sábado por la noche, el gato se fue de parranda y los ratones aprovecharon para reunirse.
- Tenemos que unirnos y luchar contra el enemigo gato -dijo un ratoncito.
- ¡Vivimos con el corazón en la boca! -dijo otro.
Entonces, un ratón viejo y sabio propuso lo siguiente:
- A este gato hay que agarrarlo dormido y atarle al cuello una cinta con un cascabel. Cuando oigamos ¡tilín! ¡tilín! Sabremos que se acerca. Y cuando no oigamos ¡tilín! ¡tilín! nos pasearemos tranquilos.
Era una idea genial. Todos la festejaron mucho. Pero… ¿quién le ponía el cascabel al gato?
- Yo no sé poner cascabeles -dijo un ratón.
- Yo no sé atar cintitas -dijo otro.
Uno por uno, todos se disculparon. Y, a pesar de que habían aplaudido al ratón sabio, nadie se atrevió a ponerle el cascabel al gato. Porque es fácil decir: "Hay que hacer esto. Hay que hacer aquello". Pero hacerlo es mucho más difícil.
                                      La tortuga y los patos



La tortuga estaba aburrida de andar siempre por el mismo jardín.
- ¡Ah! -decía-. ¡Cuánto me gustaría viajar y ver mundo! Pero camino tan despacito que no llegaré muy lejos.
Dos patos la oyeron y se ofrecieron a ayudarla.
- Inventaremos un aparatito para que puedas viajar -le dijeron.
Entonces tomaron un palito y, entre los dos, lo sostuvieron con el pico. La tortuga no tuvo más que prenderse con los dientes del palo y los patos remontaron vuelo y la llevaron por el aire.
¡Por fin pudo ver las copas de los árboles, y los techos de las casas!
De pronto, se sintió tan poderosa, tan importante, que empezó a gritar:
- ¡Soy la Reina de las tortugas!
- ¡Miren…cómo… vue… lo!... ¡Miren… cóo… o… o…
Pero, al abrir la boca, tuvo que soltar el palito y cayó a plomo.
¡Pataplúm! Cayó en el pasto y se dio un gran porrazo, tan grande que estuvo dos días quejándose:
- ¡Ay, ay, ay, ay! ¡Por creerme la Reina de las tortugas, ahora soy la Reina de los chichones!
Nunca hay que creerse demasiado importante. Porque se puede subir de repente, como la tortuga. Pero también se puede volver a bajar.

                                             La zorra y las uvas

Una vez, la zorra pasó junto a un parral y vio que, muy alto, colgaba un racimo de uvas deliciosas.
En seguida, dio un salto para arrancar las uvas, pero no pudo alcanzarlas.
Tomó impulso, saltó más alto, y nada. Saltó muchas veces, como si hubiese tenido resortes en las patitas.
Hasta que, por fin, miró las uvas con rabia y dijo:
- ¡Bah! ¿Quién las quiere? ¡Seguramente están verdes!
Y se fue caminando mientras repetía:
- ¡Están verdes!
Así hacen muchos cuando no saben alcanzar lo que quieren. Se conforman contándose una mentirita. Diciendo "¡están verdes!".
El asno cargado con sal y el cargado con esponjas
EL ASNO CARGADO CON SAL Y EL CARGADO CON ESPONJA

Un arriero conducía con su vara en mano, como emperador romano, dos caballerías de grandes orejas. Una, cargada con esponjas, caminaba como caballo fino. La otra, avanzaba lentamente, como si llevara huevos: iba cargada de sal. Nuestros tres caminantes, pasando montes, valles y caminos, llegaron al fin al vado de un ancho río. El arriero, que todos los años lo atravesaba, montó sobre el asno con las esponjas, echando adelante a la otra bestia, la cual, tozuda como ninguna, cayó en un agujero; pero al fin pudo salir porque, luego de unas brazadas, la sal que llevaba se disolvió en el agua, y el asno se sintió ligero sin la carga sobre su lomo.
Entonces su compañero quiso imitarle, como carnero que sigue a otro. He aquí nuestro segundo asno en el agua; hasta el cuello ya se hunde; todos, el borrico, el arriero y las esponjas empiezan a tragar agua a cual más y mejor. Pero las esponjas tragaron tanta agua y aumentó de tal modo su peso, que el asno no pudo ganar la orilla. Abrazado el arriero a su borrico, esperaba una muerte segura cuando alguien acudió en su socorro; quien fue, eso no importa.
Basta con haber aprendido que no debemos proceder todos de igual manera.
Se triunfa, no por el camino que se tome, sino por la carga que se lleve, esta es: una preparación adecuada.

LA BECERRA , LA CABRA  Y LA OVEJA ASOCIADAS AL LEON

Se cuenta que en otros tiempos, un fiero león, señor de la comarca, una becerra, una cabra y su hermana la oveja formaron una sociedad, declarando de procomún sus pérdidas y ganancias.
Cierto día en los lazos de la cabra cayó prisionero un ciervo.
Y avisa sin demora a sus asociados.

Teniendo el león el poder por sus garras, al momento dice:
-- Cuatro somos para repartir la presa --. Y en cuatro partes despedaza al ciervo. De inmediato comienza a distribuir diciendo:
-- La primera me pertenece porque me llamo león; nada tenéis que objetarme. La segunda también me corresponde en derecho; como sabéis, el derecho del más fuerte. Ahora, por ser el más valiente, también reclamo la tercera. Y si alguna de vosotras quiere tocar la cuarta, que antes cuente con mis garras.
Si te asocias para compartir con alguien mucho más poderoso, corres el riesgo de siempre dar y nunca recibir.

EL DRAGON DE VARIAS CABEZAS Y EL DE VARIAS COLAS 

  En un corral poblado de abundantes aves, vivían entre ellas un cisne y un ganso, el primero consagrado al regalo de la vista del amo, y el segundo destinado al regalo de su paladar. Jactábase el uno de comensal del jardín, y el otro de la casa. Daban sus paseos por los fosos del castillo, y ora se les veía nadar juntos, ora correr sobre las ondas, ora sumergirse, sin saciar nunca sus vanos apetitos.
Un buen día el cocinero, un poco pasado de bebidas, tomó al cisne creyendo que era el ganso, y cuando ya se disponía, asiéndolo por el cuello, a degollarlo para echarlo al caldero, el ave, próxima a la muerte, eleva al cielo su lamento. Se sorprendió el cocinero y ve su error al instante.
-- ¡ Con tal cantor -- exclama -- iba yo a hacer una sopa !
¡ Oh no ! ¡ Quieran los dioses que nunca mi mano corte la garganta de quien tan bien sabe emplearla !

Esto enseña que entre los peligros que tras nosotros cabalgan, el dulce parlar en nada perjudica.
Hablar con claridad nuestros puntos de vista, es fundamental para darnos a conocer.
 
  En un corral poblado de abundantes aves, vivían entre ellas un cisne y un ganso, el primero consagrado al regalo de la vista del amo, y el segundo destinado al regalo de su paladar. Jactábase el uno de comensal del jardín, y el otro de la casa. Daban sus paseos por los fosos del castillo, y ora se les veía nadar juntos, ora correr sobre las ondas, ora sumergirse, sin saciar nunca sus vanos apetitos.
Un buen día el cocinero, un poco pasado de bebidas, tomó al cisne creyendo que era el ganso, y cuando ya se disponía, asiéndolo por el cuello, a degollarlo para echarlo al caldero, el ave, próxima a la muerte, eleva al cielo su lamento. Se sorprendió el cocinero y ve su error al instante.
-- ¡ Con tal cantor -- exclama -- iba yo a hacer una sopa !
¡ Oh no ! ¡ Quieran los dioses que nunca mi mano corte la garganta de quien tan bien sabe emplearla !

Esto enseña que entre los peligros que tras nosotros cabalgan, el dulce parlar en nada perjudica.
Hablar con claridad nuestros puntos de vista, es fundamental para darnos a conocer.
 
Un embajador del gran Sultán en la corte de Alemania anteponía un día, según cuenta la historia, las fuerzas de su señor a las del Emperador germano. Rompió a reír un alemán diciendo: -- Tales vasallos tiene nuestro príncipe, y tan poderosos por sí mismos, que cada cual podría pagar un ejército.
El árabe, con buen sentido responde:
-- Ya conozco por la fama los hombres que puede dar cada uno de estos príncipes. Pero esto me recuerda una extraña aventura, del todo verdadera. Me hallaba en un lugar seguro cuando ví pasar por encima de un seto a una hidra de cien cabezas: se me heló la sangre, aunque pienso que si no fuera por el espanto, sólo hubiera pasado el miedo sin el daño, pues el cuerpo del monstruo no pudo avanzar hacia mí ni encontrar una abertura. Estaba pasmado con esta aventura, cuando otro dragón -- de sólo una cabeza pero multitud de colas -- aparece e intenta hacer lo mismo. ¡ La sorpresa y el temor me ahogaban ! Pasó la cabeza, y tras ella el cuerpo, y luego cola por cola. Nada lo impidió: camino de lo uno fue lo otro. Y así sostengo que sucede con vuestro Emperador y el mío.
Una pequeña clave, pero adecuada, es suficiente para abrir todo un universo.

EL CISNE Y EL COCINERO 
  En un corral poblado de abundantes aves, vivían entre ellas un cisne y un ganso, el primero consagrado al regalo de la vista del amo, y el segundo destinado al regalo de su paladar. Jactábase el uno de comensal del jardín, y el otro de la casa. Daban sus paseos por los fosos del castillo, y ora se les veía nadar juntos, ora correr sobre las ondas, ora sumergirse, sin saciar nunca sus vanos apetitos.
Un buen día el cocinero, un poco pasado de bebidas, tomó al cisne creyendo que era el ganso, y cuando ya se disponía, asiéndolo por el cuello, a degollarlo para echarlo al caldero, el ave, próxima a la muerte, eleva al cielo su lamento. Se sorprendió el cocinero y ve su error al instante.
-- ¡ Con tal cantor -- exclama -- iba yo a hacer una sopa !
¡ Oh no ! ¡ Quieran los dioses que nunca mi mano corte la garganta de quien tan bien sabe emplearla !

Esto enseña que entre los peligros que tras nosotros cabalgan, el dulce parlar en nada perjudica.
Hablar con claridad nuestros puntos de vista, es fundamental para darnos a conocer.
 










EL PATO Y LA SERPIENTE








 

 Un pato, que era muy orgulloso, se paseaba por la orilla del estanque y mientras miraba el agua cristalina, hablando en voz alta decía: -¡cuan valioso soy!, mucho mas que nadie, puesto que poseo mas dones juntos que los demás animales. Soy de agua,tierra y aire; puedo volar, nadar y caminar.
Una serpiente que pasaba a su lado, lo escuchaba con atención y como su legua era muy afilada, no tardo en emitir su opinión. -¡Menos orgullo señor pato!, o a caso usted nada como los peces? o ¿corre como una gacela? o tal vez ¿vuela como un águila?. El pato no respondió y se quedó en silencio, mientras la serpiente completó su diálogo diciendo, -usted todo lo hace a medias.





 
LA URRACA Y LA MONA







                                                            




A una mona muy taimada
dijo un día cierta urraca:
«Si vinieras, a mi casa
¡cuántas cosas te enseñara!
Tú bien sabes con qué maña
robo y guardo mil alhajas.
Ven; si quieres, y veraslas
escondidas tras de un arca.»
La otra dijo: «Vaya en gracia.»
Y al paraje le acompaña.
Fue sacando doña Urraca
una liga colorada,
un tontillo de casaca,
una hebilla, dos medallas,
la contera de una espada,
medio peine, y una vaina
de tijeras; una gasa,
un mal cabo de navaja,
tres clavijas de guitarra,
y otras muchas zarandajas.
«¿Qué tal? dijo.
Vaya, hermana; ¿No me envidia?
¿No se pasma?
A fe que otra de mi casta
en riqueza no me iguala.»
Nuestra mona la miraba
con un gesto de bellaca:
y al fin dijo: «¡Patarata!
Has juntado lindas maulas.
Aquí tienes quien te gana,
porque es útil lo que guarda.
Si no, mira mis quijadas.
Bajo de ellas, camarada,
hay dos buches o papadas,
que se encogen y se ensanchan.
Como aquello que me basta,
y el sobrante guardo en ambas
para cuando me haga falta,
tú amontonas, mentecata,
trapos viejos y morralla;
mas yo, nueces, avellanas,
dulces, carne, y otras cuantas
provisiones necesarias.
Y esta mona redomada,
¿habló sólo con la urraca?
Me parece que más habla
con algunos que hacen gala
de confusas misceláneas,
y fárrago sin sustancia.












 








Un granjero tenía una gallina, que todos los día ponía un pequeño huevo de oro. Al comienzo el granjero estaba feliz, aumentando su fortuna todos los días un poco más. Pero se volvió impaciente y quiso conseguir una gran riqueza mas rápidamente, así que decidió matar a la gallina, pero cuando le abrió la panza se dio cuenta que no era diferente al resto de las gallinas, que el animal no tenía escondido ningún tesoro.
Se apenó mucho ya que comprendió, que no hallo tesoro, pero que tampoco tendría el huevo diario de oro.

Moraleja: ¡Cuantos hay que teniendo bastante, desean enriquecerse al instante y suelen perder todo por alcanzar riquezas inmediatas!











 


 EL ESCARABAJO








Tengo para una fábula un asunto,

que pudiera muy bien... pero algún día

suele no estar la musa muy en punto.

Esto es lo que hoy me pasa con la mía;

y regalo el asunto a quien tuviere

más despierta que yo la fantasía;

porque esto de hacer fábulas requiere

que se oculte en los versos el trabajo,

lo cual no sale siempre que uno quiere.

Será, pues, un pequeño escarabajo

el héroe de la fábula dichosa,

porque conviene un héroe vil y bajo.

De este insecto refieren una cosa:

que, comiendo cualquiera porquería,

nunca pica las hojas de la rosa.

Aquí el autor con toda su energía

irá explicando, como Dios le ayude,

aquella extraordinaria antipatía.

La mollera es preciso que le sude

para insertar después una advertencia

con que entendamos a lo que esto alude;

y según le dictare su prudencia,

echará circunloquios y primores,

con tal que diga en la final sentencia

que así como la reina de las flores

al sucio escarabajo desagrada,

así también a góticos doctores

toda invención amena y delicada.





 










LA LECHERA







Feliz recorría las calles del pueblo una lechera, llevando en su cabeza una jarra con leche, que quería vender en el mercado.
El día luminoso y el canto de las aves la hacían soñar y caminar de forma apresurada.
-Con el dinero que obtenga con la venta de esta leche, me compraré una canasta llena de huevos. De ellos nacerán más de cien pollitos, los que venderé y con todo el dinero ganado, podre comprar un lechoncito hermoso al que engordare para venderlo a un alto precio. En ese instante y de inmediato compraré una vaca con su ternero, el que crecerá alegre y juguetón.
Así de feliz y esperanzada era la lechera, la alegría la desbordaba y saltando recorría el camino.
Con tan mala suerte que en uno de esos saltos tropezó fuertemente con una piedra y la jarra se escapó de sus manos, golpeando contra el suelo y haciéndose añicos, la leche se derramó y fue absorbida por la tierra del camino.
Con mirada atónita, la lecherita se dio cuenta, que tenia que decirle ¡adiós a los huevos, pollos, lechón, vaca y ternero! ¡junto a la leche se esfumaron sus ilusiones!














  La paloma y la hormiga
                                                         
                                                       








                                                          

Obligada por la sed, una hormiga bajó a un manatial, y arrastrada por la corriente, estaba a punto de ahogarse.

Viéndola en esta emergencia una paloma, desprendió de un árbol una ramita y la arrojó a la corriente, montó encima a la hormiga salvándola.

Mientras tanto un cazador de pájaros se adelantó con su arma preparada para cazar a la paloma.

Le vió la hormiga y le picó en el talón, haciendo soltar al cazador su arma. Aprovechó el momento la paloma para alzar el vuelo.


Moraleja: Siempre corresponde en la mejor forma a los favores que recibas. Debemos ser siempre agradecidos.




                                                                             
                                                                     


Prevaliéndose de la debilidad de los Bienes, los Males los expulsaron de la Tierra, y los Bienes entonces subieron a los Cielos.

Una vez estando allí preguntaron a Zeus cuál debía ser su conducta con respecto a los hombres. Les respondió el dios que no se presentaran a los mortales todos en conjunto, sino uno tras otro.

Esta es la razón por la que los Males, que viven continuamente entre los hombres, los asedian sin descanso, mientras que los Bienes, como descienden de los cielos, sólo se les acercan de vez en cuando.


Moraleja: Tengamos siempre presente que estamos continuamente acechados por los males para su acción inmediata, mientras que para recibir los bienes, debemos tener paciencia.







                                                         EL RATON DE LA CORTE Y DEL CAMPO















Un ratón cortesano

convidó con un modo muy urbano

a un ratón campesino.

Diole gordo tocino,

queso fresco de Holanda,

y una despensa llena de vianda

era su alojamiento,

pues no pudiera haber un aposento

tan magníficamente preparado,

aunque fuese en Ratópolis buscado

con el mayor esmero,

para alojar a Roepan Primero.

Sus sentidos allí se recreaban;

las paredes y techos adornaban,

entre mil ratonescas golosinas,

salchichones, perniles y cecinas.

Saltaban de placer, ¡oh qué embeleso!,

de pernil en pernil, de queso en queso.

En esta situación tan lisonjera

llega la despensera.

Oyen el ruido, corren, se agazapan,

pierden el tino, mas al fin se escapan

atropelladamente

por cierto pasadizo abierto a diente.

«¡Esto tenemos!, dijo el campesino;

reniego yo del queso, del tocino,

y de quien busca gustos

entre los sobresaltos y los sustos.»

Volviose a su campaña en el instante

y estimó mucho más de allí adelante,

sin zozobra, temor ni pesadumbres,

su casita de tierra y sus legumbres.
LA MOSCA


De un panal se derramó su deliciosa miel, y las moscas acudieron ansiosas a devorarla. Y era tan dulce que no podían dejarla. Pero sus patas se fueron prendiendo en la miel y no pudieron alzar el vuelo de nuevo. Ya a punto de ahogarse en su tesoro, exclamaron:

- ¡ Nos morimos, desgraciadas nosotras, por quererlo tomar todo en un instante de placer !


Moraleja: Toma siempre las cosas más bellas de tu vida con serenidad, poco a poco, para que las disfrutes plenamente. No te vayas a ahogar dentro de ellas.


Los huevos

 



Mas allá de las Islas Filipinas
Hay una que ni sé cómo se llama,
Ni me importa saberlo, donde es fama
Que jamas hubo casta de gallinas,
Hasta que allá un Viajero
Llevó por accidente un gallinero.
Al fin tal fue la cría, que ya el plato
Mas común y barato
Era de huevos frescos; pero todos
Los pasaban por agua (que el Viajante
No enseñó a componerlos de otros modos.)

Luego de aquella tierra un Habitante
Introdujo el comerlos estrellados.
¡O qué elogios se oyeron a porfía
De su rara y fecunda fantasía!
Otro discurre hacerlos escalfados...
¡Pensamiento feliz!... Otro, rellenos...
¡Ahora sí que están los huevos buenos!
Uno después inventa la tortilla;
Y todos claman ya ¡qué maravilla!

No bien se pasó un año,
Cuando otro dijo: sois unos petates;
Yo los haré revueltos con tomates:
Y aquel guiso de huevos tan extraño,
Con que toda la Isla se alborota,
Hubiera estado largo tiempo en uso,
A no ser porque luego los compuso
Un famoso Extranjero a la Hugonota.

Esto hicieron diversos Cocineros;
Pero ¡qué condimentos delicados
No añadieron después los Reposteros!
Moles, dobles, hilados,
En caramelo, en leche,
En sorbete, en compota, en escabeche.

Al cabo todos eran inventores,
Y los últimos huevos los mejores.
Mas un prudente Anciano
Les dijo un día: Presumís en vano
De esas composiciones peregrinas.
¡Gracias al que nos trajo las gallinas!

¿Tantos Autores nuevos
No se pudieran ir a guisar huevos
Mas allá de las Islas Filipinas?
 
 
 
 
 
                                                                   




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